*SPOILERS*
Obligué a mi pareja a ver 3 horas de película un día de semana. Vi esta película por primera vez en el colegio cuando la profesora de música trataba de hacer que nos interese la música clásica. Que yo recuerde le salió el tiro por la culata, para ser honestos una película de 2 horas y 40 minutos sobre Mozart no iba a convertir a un grupo de adolescentes hormonales que acaban de ver Iron Man el fin de semana. Si bien no disfruté de la película hace 11 años, la recordaba bastante bien. Recordaba la premisa y la dirección de arte, incluso algunas de las escenas. Algo acerca de la estética en películas de época, particularmente las ubicadas alrededor del S.XVIII en Europa, me atrajo desde pequeña, las pelucas obviamente a quién quiero engañar. Pero también, he de admitir, siempre me gustó mucho la música clásica, en particular Mozart y Beethoven, como toda una básica.
Recordé la existencia de tremenda joya del cine contemporáneo con 8 premios de la academia la semana antepasada en la clase de cine que llevo con R. Bedoya en el CCPUCP. La estábamos analizando a nivel sonoro para explicar la delgada linea diferencial entre sonido diegético y extradiegético. En particular nos enfocamos en la escena en la cuál se escribe el Requiem. Al día siguiente como una total bestia feral, no hice nada más durante todo el santo día que buscar una representación del Requiem de Mozart que fuese lo suficientemente perfecta como para comprármela en Itunes. Aquello implicó escuchar el Requiem de Mozart una y otra y otra y otra vez en mi oficina mientras me atragantaba de café. Era inevitable que llegue a casa con la versión extendida de la película y obligue a mi compañero de vida a sentarse a verla en vez de dormir.
Amadeus de Milos Forman está basada en la obra teatral homónima de Peter Shaffer y cuenta la historia de la envidia que Salieri le tenía al joven Mozart, a la par que nos cuenta a grandes rasgos aspectos importantes de la corta pero prolífica vida del compositor austriaco. La "historia de celos y rivalidad" entre Salieri y Mozart se encuentra ficcionalizada para generar una interesante teoría conspirativa alrededor de la misteriosa muerte de Mozart y la autoría del Requiem, el cual no fue completado por Mozart sino por Franz Xaver Süssmayr. El Requiem tampoco fue comisionado por Salieri, sino por el conde Franz von Walsegg, un aficionado músico de cámara que solía comisionar obras a otros compositores anónimamente para hacerlas pasar por propias. El rumor de la rivalidad entre Salieri y Mozart surge a partir de una carta que envía Mozart a su esposa, en la cual le cuenta que cree estar siendo envenenado. El rumor de que Salieri fue quien lo envenenó se esparce durante un periodo en el cuál la mayor parte de compositores eran italianos, generando recelo entre los compositores alemanes.
Los rumores, en la vida real, se solidificaron tras el intento de suicidio de un Salieri con demencia senil. 5 años después de la muerte de Salieri, se escribe la primera obra que sugiere que Salieri asesinó a Mozart: Mozart and Salieri de Alexander Pushkin, que serviría de inspiración para la obra de Shaffer de 1979.
La película no es del todo una ficción, basados en las cartas llenas de coprofilia que escribía a su prima y aquel canon a tres voces que escribió para sus amigos en el cuál les pedía que le "limpien el trasero con la lengua" (*) podemos intuir que el joven Mozart tenía una personalidad bastante vulgar y similar a la que vemos en la película.
Pero Salieri nunca explica cómo, cuándo o dónde se produciría esta muerte de Mozart. Durante el estreno de La Flauta Mágica, un Mozart afiebrado y con la salud resquebrajada pierde la conciencia antes de finalizar la función. Salieri, siendo aún una figura de autoridad respetada en el ámbito, logra convencer al equipo del teatro que lo dejen llevarse a Mozart para ayudarlo. Salieri se lleva a Mozart a su casa y se queda con él mientras recupera la conciencia. Un llamado a la puerta hace a Mozart pensar que es aquel hombre anónimo viniendo por su requiem y le indica a Salieri que abra la puerta y le indique al hombre que vuelva otro día. Pero en la puerta está el elenco de la ópera, viniendo a ver a Mozart y trayendo su paga. Salieri utiliza esta bolsita de dinero como excusa para decirle a Mozart que el hombre anónimo ha dejado dinero y ofrece aún más con tal de tener el requiem al día siguiente. Mozart, preso de la desesperación decide terminar el requiem con ayuda de Salieri esa misma noche.
Vemos una vigorizante escena llena de adrenalina en la cual un moribundo Mozart le dicta a Salieri las notas del requiem. Salieri, muy Old School, no logra entender de buenas a primeras lo que Mozart le dicta, como una persona mayor con un Smart TV, Salieri tiene dificultades entendiendo el estilo innovador de Mozart. A pesar de quedarse ahí la noche entera, como sabemos todos Mozart muere dejando el requiem inconcluso y a Salieri con la cruz de creer haberlo matado a punta de estrés.
En la vida real, hasta dónde se sabe, Mozart pudo haber muerto envenenado o a causa de una severa infección. Si tenemos en cuenta el terrible estilo de vida que llevaba el joven Mozart, una muerte por enfermedad no parece tan jalada de los pelos. La película nos guía ligeramente a través de esa posibilidad, muy a pesar de la premisa principal. Verán, la historia está narrada desde el punto de vista de Salieri, y todo narrador de este estilo debe ser considerado como parcial a su propia versión de los hechos. Mientras que vemos a Mozart deteriorase físicamente a la par que sus vicios empeoran, también escuchamos a Salieri argumentar que fue su accionar el que directamente mató a Mozart. Si bien, al menos en la película, fueron las acciones de Salieri las que desprestigiaron y dañaron a Mozart económicamente, es el sentimiento de culpa por haber dejado que la envidia se convierta en venganza lo que termina por volver loco a Salieri.
Finalmente, fue la muerte de Mozart lo que termino por otorgarle a Salieri un poco de aquella inmortalidad que añoraba. Más de 200 años después de su muerte, Mozart continúa siendo uno de los mejores compositores que jamás existió, en tanto nuestro principal recuerdo de Salieri en la cultura popular es la versión representada en Amadeus. Algo es algo, tratar de trascender en competencia con Mozart debe de haber sido una tarea titánica.
Al margen de las impresiones históricas, la película cuenta con una dirección de arte bastante bella que se siente bastante auténtica. Las actuaciones de rostros conocidos y algunos que no llegaron más arriba que esta película se sienten ligeramente impostadas y caricaturescas, esta ligera exageración nos ayuda a recordar que la historia está siendo narrada por un narrador del cuál deberíamos desconfiar. Pero lo que le ganó 8 premios de la academia es precisamente la originalidad de la premisa, no es una película biográfica, es un cuento... una ópera, estridente y pomposa. En palabras de Mozart: "Quién sea más impertinente tiene la mejor oportunidad."
*https://www.youtube.com/watch?v=_NZO5B6Vpyc
Recordé la existencia de tremenda joya del cine contemporáneo con 8 premios de la academia la semana antepasada en la clase de cine que llevo con R. Bedoya en el CCPUCP. La estábamos analizando a nivel sonoro para explicar la delgada linea diferencial entre sonido diegético y extradiegético. En particular nos enfocamos en la escena en la cuál se escribe el Requiem. Al día siguiente como una total bestia feral, no hice nada más durante todo el santo día que buscar una representación del Requiem de Mozart que fuese lo suficientemente perfecta como para comprármela en Itunes. Aquello implicó escuchar el Requiem de Mozart una y otra y otra y otra vez en mi oficina mientras me atragantaba de café. Era inevitable que llegue a casa con la versión extendida de la película y obligue a mi compañero de vida a sentarse a verla en vez de dormir.
Amadeus de Milos Forman está basada en la obra teatral homónima de Peter Shaffer y cuenta la historia de la envidia que Salieri le tenía al joven Mozart, a la par que nos cuenta a grandes rasgos aspectos importantes de la corta pero prolífica vida del compositor austriaco. La "historia de celos y rivalidad" entre Salieri y Mozart se encuentra ficcionalizada para generar una interesante teoría conspirativa alrededor de la misteriosa muerte de Mozart y la autoría del Requiem, el cual no fue completado por Mozart sino por Franz Xaver Süssmayr. El Requiem tampoco fue comisionado por Salieri, sino por el conde Franz von Walsegg, un aficionado músico de cámara que solía comisionar obras a otros compositores anónimamente para hacerlas pasar por propias. El rumor de la rivalidad entre Salieri y Mozart surge a partir de una carta que envía Mozart a su esposa, en la cual le cuenta que cree estar siendo envenenado. El rumor de que Salieri fue quien lo envenenó se esparce durante un periodo en el cuál la mayor parte de compositores eran italianos, generando recelo entre los compositores alemanes.
Los rumores, en la vida real, se solidificaron tras el intento de suicidio de un Salieri con demencia senil. 5 años después de la muerte de Salieri, se escribe la primera obra que sugiere que Salieri asesinó a Mozart: Mozart and Salieri de Alexander Pushkin, que serviría de inspiración para la obra de Shaffer de 1979.
La película no es del todo una ficción, basados en las cartas llenas de coprofilia que escribía a su prima y aquel canon a tres voces que escribió para sus amigos en el cuál les pedía que le "limpien el trasero con la lengua" (*) podemos intuir que el joven Mozart tenía una personalidad bastante vulgar y similar a la que vemos en la película.
La cuestión sobre la veracidad de la historia pasa a un segundo plano si se tiene en cuenta la tremenda calidad de la película. Por dónde la veas es una buena película. La figura de Mozart recuerda a un rockstar moderno, es un borrachoso y mujeriego muchachito que despilfarra su dinero y se viste extravagante, todo un Elton John. Esta frescura que lleva el personaje aligera significativamente el tono de la película y nos proporciona una figura fácilmente reconocible por cualquier generación que haga visionado de esta película. En ese sentido la imagen que vemos de Mozart es nuestro objeto principal de simpatía; a pesar de ser irresponsable, alcohólico, mujeriego y tener una risa insoportable; Mozart en Amadeus es un chiquillo jovial que lleva consigo la pesada carga de ser un genio, limitado por la burocracia y la convención de la época.
Por otro lado está Salieri, el compositor de la corte de Viena, un hombre mayor con una desafortunada apariencia facial que a pesar de ser un excelente compositor, se siente inmediatamente amenazado por el genio musical de Mozart. Lo que pasa es que Salieri, al menos en esta narrativa, el encomienda su vida a dios con tal de recibir aunque sea una porción de la iluminación que tiene Mozart, llega al punto de llevar una especie de voto de castidad con tal de demostrar su devoción y sacrificio. A pesar de tanta alharaca, Salieri toma como una burla directa de parte de dios el que Mozart, siendo un completo energúmeno, sea quién haya sido bendecido con el don de la genialidad musical. He aquí donde comienza esta trama de envidia que conduce a Salieri a "asesinar" a Mozart, o al menos eso es lo que el personaje nos dice al comienzo de la película.
La película está narrada desde el punto de vista de Salieri, quién se encuentra confesándole a un cura el haber matado a Mozart tras su intento de suicidio. Salieri logra explicar tan bien por qué es un pobre diablo que el cura, casi al borde de la apostasía, se queda a escuchar la historia de Salieri. Todo mas o menos comienza cuando Mozart llega a Viena invitado por el emperador, y rápidamente su temperamento hacen que llame la atención de los que los rodean. Por un lado el público lo adora, por otro los compositores lo alienan al ver en él una completa falta de respeto al protocolo. Pero como toda súper estrella, su audiencia lo demanda y todos quieren ser parte del espectáculo. El lejano objeto del deseo de Salieri, una cantante de ópera extravagante y voluptuosa a quién Salieri desea con pasión ardiente, termina acostándose con Mozart tras cantar en una de sus óperas, hecho que termina de cementar la visceral envidia que le tiene Salieri a Mozart.
Salieri procede a esparcir una serie de rumores que harían que Mozart tenga dificultades para encontrar trabajo como tutor, lo cuál hace que este tenga severas dificultades financieras. Con un hijo recién nacido y una joven e impresionable esposa, Mozart comienza a desesperarse y aceptar trabajos denigrantes con tal de mantener sus exorbitantes gastos. El orgullo de Mozart puede más, y tras abrirse un puesto importante a cargo de Salieri, la esposa de Mozart decide postular a Mozart para el puesto sin consultar con él. Salieri aprovecha esta oportunidad para ser una víbora rastrera y le sugiere a la esposa de Mozart, Constanze, que la única forma en la que Mozart conseguirá ese puesto es si ella se acuesta con él. Constanze acepta el trato y se desnuda ante Salieri solo para ser humillada por este, quien la manda a sacar de su sala como si fuese una loca de la calle. De esta forma Salieri logra desprestigiar a Mozart, humillarlo a él y a su mujer y dejar a la joven pareja en la bancarrota.
En la película está fuertemente presente el tema de la figura paterna. En un comienzo entendemos que la vocación musical de Salieri nunca fue aprobada por su padre, en contraste con Mozart quien fue prácticamente entrenado por su padre para ser un prodigio musical (tratado como un monito de circo) desde muy temprana edad. Mientras Salieri vivia su vocación, Mozart continuaba aquello que amaba pero que a su vez era lo único que conocía. La importancia que tenía el padre de Mozart en su vida y su carrera musical se muestra en una parte de la historia en la cual el padre de Mozart viene a visitarlo a mediados de su crisis financiera. Mozart emplea circo, maroma y teatro en que su padre asuma que está viviendo sin dificultades económicas, lo lleva a una fiesta de máscaras estilo bacanal en la cual Mozart se embriaga y hace el ridículo, causando el disgusto de su padre. Aquello parece ser el talón de Aquiles de Mozart, sentir la desaprobación de su padre. El padre de Mozart decide mudarse con la joven pareja para poner orden.
La muerte del padre genera en Mozart una severa depresión, canalizada en la ópera Don Giovanni. Salieri aprovecha la fijación que tiene Mozart con la figura paterna, haciendo uso de un atuendo muy similar al que usó el padre de Mozart en la fiesta de máscaras, decide acosar a Mozart pretendiendo ser un personaje anónimo que quiere comisionarle un requiem. Esta figura vendría a representar una especie de ángel de la muerte, vestido como su padre, viniendo a llevárselo tan pronto finalice el requiem. Desesperado por dinero, Mozart acepta la ominosa comisión, a la par que escribe La Flauta Mágica para un público bastante menos refinado que el usual. El plan de Salieri es hacer que Mozart escriba ese requiem, para luego tocarlo en su lecho de muerte y adjudicarse la autoría.
Vemos una vigorizante escena llena de adrenalina en la cual un moribundo Mozart le dicta a Salieri las notas del requiem. Salieri, muy Old School, no logra entender de buenas a primeras lo que Mozart le dicta, como una persona mayor con un Smart TV, Salieri tiene dificultades entendiendo el estilo innovador de Mozart. A pesar de quedarse ahí la noche entera, como sabemos todos Mozart muere dejando el requiem inconcluso y a Salieri con la cruz de creer haberlo matado a punta de estrés.
Finalmente, fue la muerte de Mozart lo que termino por otorgarle a Salieri un poco de aquella inmortalidad que añoraba. Más de 200 años después de su muerte, Mozart continúa siendo uno de los mejores compositores que jamás existió, en tanto nuestro principal recuerdo de Salieri en la cultura popular es la versión representada en Amadeus. Algo es algo, tratar de trascender en competencia con Mozart debe de haber sido una tarea titánica.
Al margen de las impresiones históricas, la película cuenta con una dirección de arte bastante bella que se siente bastante auténtica. Las actuaciones de rostros conocidos y algunos que no llegaron más arriba que esta película se sienten ligeramente impostadas y caricaturescas, esta ligera exageración nos ayuda a recordar que la historia está siendo narrada por un narrador del cuál deberíamos desconfiar. Pero lo que le ganó 8 premios de la academia es precisamente la originalidad de la premisa, no es una película biográfica, es un cuento... una ópera, estridente y pomposa. En palabras de Mozart: "Quién sea más impertinente tiene la mejor oportunidad."
*https://www.youtube.com/watch?v=_NZO5B6Vpyc
0 Comentarios