SPOILERS
Luego de dirigir The Evil Dead en 1981, Sam Raimi decide hacerle un remake a su película luego de ser ofrecido la posibilidad de hacer una secuela. Al principio Raimi se negaba a dirigir esta película, decepcionado tras el fracaso en la taquilla de su última película Crimewave. Fue Stephen King quién convenció a Dino de Laurentiis en invertir en la realización de esta secuela. La inversión de Dino fue lo que terminó por convencer a Raimi de dirigir esta “secuela”.
A pesar de ser una película de los 80s, muchos de sus efectos especiales no han envejecido tan bien como su humor irreverente y camp. Sin embargo, parte de lo bello de Evil Dead es la crudeza de los efectos. Así como en Braindead de Peter Jackson, el estilo serie B de los efectos combina muy bien con el tono humorístico de la película. El trabajo de maquillaje y prótesis de Greg Nicotero y su equipo brillan en comparación con los efectos visuales. No es una película que se deba tomar muy en serio, así como el resto de la franquicia, sigue muy holgadamente las reglas de su propio universo, priorizando la experiencia y el entretenimiento. Es mejor no sobre analizar los vacíos en la trama o el realismo de los efectos y dejarse llevar.
La película fue mejor recibida que la original, gracias a la inclusión de más momentos deliberadamente cómicos y la eliminación del gore que caracterizaba a la original. Mientras más deliberadamente cómico e irreverente se volvía el personaje de Ash, más fácil era para el público en general entender la intención de la película. Era más fácil dejarse llevar e ignorar la crudeza e irreverencia de la película cuando te dabas cuenta de la auto parodia que hace la película de si misma.
Yo, en particular recuerdo la primera con más cariño, el impresionante y desagradable uso del gore la hace particularmente trasgresora, y hubiese sido lindo ver una combinación de lo mejor de ambas películas. Podemos ver una aproximación a lo que pudo ser esa combinación en la serie Ash vs Evil Dead, que sirve como una continuación a la historia de la segunda película (aparentemente ignorando los eventos de la tercera). La serie ofrece a un Ash con una personalidad más sólida que mantiene su carácter cómico, además de ser más crudo y mala onda como consecuencia de haber vivido con las consecuencias de esa fatídica noche… y tiene muchísimo gore gratuito para ustedes paganos ocultistas darks con sed de sangre.
Esta película te da humor e historia, pero para mi gusto carece de suficiente gore como para ser perfecta. De todos modos, se coronó como un clásico del cine de terror con una fanbase tan necia que 30 años después lograron sacar una serie.
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