SPOILERS
John Carpenter es un tipazo y en mi humilde opinión, a pesar de no ser una de sus mejores películas (y una de las que menos recaudó en taquilla), In the Mouth of Madness es una de las más representativas de su repertorio... Completamente emblemática y casi biográfica. In the Mouth of Madness es un claro homenaje a H.P. Lovecraft y Stephen King, dirgido por quién considero el Stephen King del cine de terror: John Carpenter. ¿Mencioné que amo a John Carpenter? La película trata sobre John Trent, un investigador de fraudes de seguros (Sam Neill) a quién se le encarga buscar a Sutter Cane, un célebre escritor de libros de terror desaparecido. Trent se come enterita la bibliografía del escritor y rápidamente descubre una especie de mapa dejado por el escritor en las portadas de sus libros, que debería de llevar a nuestro personaje principal al escondite de Cane.
Por supuesto nada es lo que parece (excepto para el espectador que ya sabe que todo se va a ir al hoyo) y el rumor de que los libros de Cane generan en los lectores una especie de locura esquizoide, no es en lo más mínimo un rumor. El límite entre la realidad y la ficción se quiebra, el futuro de Trent parece estar escrito y predestinado a presenciar, indefenso, un apocalipsis resultado de su propia curiosidad.
Trent no tiene oportunidad, y a pesar de que lo podemos ver desde el principio de la película, no nos imaginamos la extensión de su caída en desgracia hasta que descubrimos qué papel tuvo en el gran diseño de las cosas. Uno de mis aspectos favoritos de esta película es la cara de Sam Neill de genuino trauma cuando comienza a darse cuenta de lo supernatural, el grito de auténtico horror cuando abre los ojos y todo es Azul. Y ahora que sabemos que el color favorito de Sutter Cane es el azul, de pronto el azul juguete de los ojos en los personajes que acaban de leer el libro tiene todo el sentido del mundo. La historia sugiere que los libros de Cane revelan una especie de verdad absoluta inalcanzable a quién la lee (como en Birdbox), la comprensión de esta verdad genera en los lectores una especie locura violenta que nutre de energía a los "antiguos", criaturas que estarían detrás de lo escrito por Cane. Trent vendría a ser un personaje más de la mitología de Cane, su destino era encontrar el pueblo ficticio de Hobb's end, y traer el manuscrito al mundo real, de modo que este sea publicado y los miles de lectores que esperaban afanosamente el último libro de Cane adquieran esta locura violenta que trae consigo el apocalipsis.
Una vez que Trent adquiere plena consciencia de los planes de los antiguos decide asesinar a quienes leen el libro y presentan signos de estar poseídos por lo que este muestra, entendemos por fin por qué el agente de Sutter Cane trata de asesinar a Trent al principio de la película, estaba tratando de detenerlo. Sin embargo, Trent es detenido e internado en un psiquiátrico y el apocalipsis continúa su curso.
El final sugiere que Trent siempre fue un personaje en el libro, que su vida siempre fue una ficción, y que esta cesara de existir ni bien los créditos finales de la película comiencen. Carpenter muestra a Trent en el cine viendo la misma película que el espectador. Termina la película y nos quedamos con una sensación de no haber terminado de comprender lo que hemos visto, la cantidad de veces que se ha puesto en tela de juicio la realidad en la película termina por afectar nuestra propia percepción de la realidad... o quizás solo gruñes y apagas el televisor listo para regresar a la programación habitual de historias precocidas listas para ser entendidas sin mayor ejercicio mental. Debe ser esta última la razón por la cual le fue relativamente mal en la taquilla al momento de su estreno; recuperó la inversión, pero bajo la sombra de Halloween, The Fog, The Thing y They Live, no cumplió con las expectativas que generaba una película de John Carpenter en 1994 (recordemos que en 1988, They Live recaudó $10 millones más que su presupuesto de $3 millones).
En todo caso, 25 años después de su estreno, In the Mouth of Madness es una de las películas más icónicas y de culto dirigidas por nuestro padrino John Carpenter y todxs deberíamos verla aunque sea una vez. Eso es todo, pueden regresar a sus asuntos.
En todo caso, 25 años después de su estreno, In the Mouth of Madness es una de las películas más icónicas y de culto dirigidas por nuestro padrino John Carpenter y todxs deberíamos verla aunque sea una vez. Eso es todo, pueden regresar a sus asuntos.
2 Comentarios
Esta chida la película... Me quedé buscando en los crédito el nombre del actor que hace de John Trent y no lo encontré... Tal vez Carpenter lo hizo adrede para dar a entender que John Trent era real...
ResponderEliminarO tal vez no busqué bien...
Me volví a fijar y efectivamente, Sam Neill sale los primeros minutos en los créditos iniciales pero al finalizar la película no colocan su nombre. Tampoco del resto de actores principales de la película. Es posible que tenga algo que ver con que estos personajes salen al final en la película dentro de la película con sus nombres escritos en el poster como si fuesen reales.
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