La película procura incluir las historias de la mayor parte de víctimas posible a pedido de los familiares. La elección de contar la mayor parte de historias posible le cuesta el desarrollo a la historia que se cuenta aproximadamente 10 años después , sobre un reportero de televisión que quiere a toda cosa realizar una nota documental sobre el siniestro, nota que gracias a la aparición de nuevas pruebas que lograrían resolver el caso Utopía y llevar a los responsables de la tragedia a la justicia.
El verdadero valor de la película se nos muestra de forma directa y sin endulzar los hechos: 29 muchachos murieron en la discoteca más exclusiva de Lima tras una serie de negligencias perfectamente predecibles y verdaderamente criminales. Animales salvajes que se escapan de sus jaulas, ausencia de extintores, falta de agua, paredes con recubrimiento barato que al quemarse emanaba humo altamente tóxico, un exceso de casi 1000 personas en el local, falta de luces de emergencia, funcionamiento sin licencia, incluso una puerta de emergencia cerrada con cadenas. Las acciones de los dueños y responsables directos de la fiesta dan a pensar que estaban tratando de asesinar a estos jóvenes, como se le puede explicas esta situación a un padre que hace algunas horas había visto a su hijo salir a divertirse?
La historia no termina, muchos de los padres murieron sin conocer justicia, los responsables seguían prófugos de la justicia hasta el momento de la realización de la película. Percy North, ex administrador de Utopía, fue preso por 7 años tras adjudicarse toda la responsabilidad del siniestro, el barman Roberto Ferreyros fue preso y al igual que Percy North se encuentra libre. Los dos accionistas sentenciados a 4 años de prisión efectiva Alan Azizollahof y Edgar Paz seguían prófugos de la justicia hasta la captura de Paz 16 años después de la tragedia.
Actualmente, tras salir de prisión, Percy North continúa trabajando en la producción de eventos de entretenimiento nocturno, hasta tiene Linked In.
Las víctimas hoy tendrían entre 30 y 40 años, edad de muchos conocidos míos. Tras la captura de Edgar Paz nos queda una ligera esperanza de que se haga justicia. El caso genero una toma de conciencia sobre la importancia de tener medidas de seguridad apropiadas en cualquier negocio, lamentablemente y tras el incendio del cine UVK Larcomar, parece que no hemos aprendido mucho. Espero que en los años siguientes se logre administrar justicia, y que esta película y el renacer del caso que ha generado logren presionar de alguna forma a las autoridades a que por lo menos se extradite al prófugo Azizollahof y que ambos responsables cumplan con la miserable condena de 4 años que se les puso.
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