¿Qué es más terrorífico que la iglesia? The Devils es una película de 1971 dirigida por Ken Russell que narra los eventos ocurridos en Loudun, Francia en el siglo XVII. Esta película fue tan controversial que se tuvo que presionar a Warner Bros con una petición online para que la saquen en DVD; en Italia no solo fue prohibida, sino que amenazaron a los actores principales con 3 años de cárcel si pisaban territorio italiano.
La película trata sobre un sacerdote católico acusado de corromper a un convento de monjas ursulinas.
La película comienza con una versión teatral del nacimiento de Venus, todos los actores son hombres y es el rey Louis XIII quién está caracterizado como la venus. En la audiencia se encuentran un cardenal con dos monjas entre un montón de drag queens. El personaje principal de la historia es el padre Urbain Grandier. Grandier es un sacerdote que, pese a tener fe en Dios, cuestiona por completo el celibato y tiene la pésima costumbre de acostarse con las feligresas. Aparentemente el padre Grandier es tan churro que todas las mujeres del pueblo se mueren por él, incluyendo a las monjas del convento, y en particular la madre superiora, quien a causa de una malformación en la columna tiene una joroba. La fijación de la monja con el padre Grandier, a quién compara con Jesucristo, en combinación con una serie de complejos y estigmas autoimpuestos al sentir que sus deseos sexuales son blasfemos, hacen que la monja actúe como si estuviese “poseída por el demonio”. El padre Grandier, luego de dejar a una jovencita de clase alta embarazada, se enamora de una huérfana a cuya madre había visto morir unos días atrás y decide que el puede casarse siendo cura porque es su forma de estar más cerca a dios. Entonces la madre superiora, completamente obsesionada con el padre Grandier, al enterarse que se casó este, pierde la cabeza. Es en ese momento que el Barón de Laubardemont aprovecha este escándalo del matrimonio para sacarse al padre Grandier de encima y quitarle la auto soberanía al pueblo de Loudun, de modo que haya más intervención del estado. El problema es que la única forma de sacarse de encima a Grandier era si lo acusaban de algo más grande, como pervertir a todo un claustro de monjas.
El padre Grandier hasta cierto punto representa lo más humano de la iglesia en contraste con la figura del padre Barre, que representa el fanatismo, la crueldad y la irracionalidad de la iglesia. Grandier es representado como un hombre que duda de su propia fe en tanto no cree en los cánones impuestos por la iglesia, sin embargo, se vuelve a encontrar con dios al reconciliarse con sus deseos de proteger al pueblo del autoritarismo del reino y aceptar su humanidad, la inevitabilidad de sentir deseo sexual y la necesidad de entregarse a una pareja. La respuesta del pueblo es mixta por decir lo menos, se burlan del fanatismo circense del padre Barre, se dan cuenta de la fanfarronería con la que la iglesia monta un acto de humo y espejos para justificar el juicio a Grandier. Sin embargo, a la vez, alimentan la dramatización como si el padre Barre fuese el bufón y ellos la corte. Incluso el Rey Louis XIII, enmascarado, se burla a expensas del padre Barre, desenmascarando la falsa posesión, pero siempre por diversión, no es su intención ver que se haga justicia en su reino. El gran tema de la película es el peligro inmanente del matrimonio por conveniencia del estado y la iglesia, que finalmente termina afectando a la población al destruir su soberanía y su ciudad mientras los distraen con el circo que es el fanatismo religioso… Y aquellos que se atreven a cuestionar los excesos del estado la iglesia terminan siendo las primeras víctimas.
Pero en fin, por ratos muy a lo Kubrick, con mucha simetría en la imagen y escenarios futuristas que no llegan a romper la ilusión de estar en el siglo XVII, The Devils, además de ser *particularmente* anticlerical y blasfema (sobre todo si consigues una copia con la escena extra encontrada años después) , es una excelente película… esta muy bien hecha, tiene muy buenas actuaciones y un mensaje que hoy en día sigue siendo relevante: El fanatismo religioso es peligroso.
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