Dawn of the Dead (1978 vs. 2004) | En cuarentena en el centro comercial


Como con todo lo dirigido por George Romero, Dawn of the Dead (1978) tiene mucho de política. Situemos el contexto de Dawn of the Dead antes de adentrarnos en sus matices. Era 1968 cuando George Romero estrena su primer largometraje Night of the Living Dead, una producción independiente de relativo bajo presupuesto que conmocionó el género del terror. Night of the Living Dead no fue la primera película de zombies (ese título se lo lleva White Zombie de 1932), pero si fue la responsable de ponerlos en el mapa. 

Tras más de 30 años de reanimados místicos, Romero le hace a los Estados Unidos una pregunta bastante simple "¿Y si zombies pero sin razón aparente?". En Night of the Living Dead (que de ahora en adelante abreviaremos como NOTLD) Romero nos ofrece una historia de zombies bastante simple: dos hermanos van a visitar a un familiar al cementerio cuando de la nada los muertos comienzan a volver a la vida. La película lanza ideas bastante provocadoras para la época, la más importante de estas es el rol del personaje principal y único "sobreviviente". El papel originalmente no especificaba raza, sin embargo, tras conocer al actor afroamericano Duane Jones, el papel fue adaptado específicamente para él. El resultado fue una película de terror en la que el afroamericano es el personaje principal, le tira una cachetada a una mujer blanca para desah*evarla y encima llega vivo hasta el final... Bueno casi, porque al final es asesinado por un grupo de blancos armados. Justo antes de su estreno Martin Luther King es asesinado, la película adquiere más carga política a raíz de este evento.



Era el año 1978, en la radio sonaban los Bee Gees y Romero estaba listo para criticar a la sociedad Norteamericana nuevamente. En Dawn of the Dead (1978) nos enfrentamos a un Romero bastante más camp y con menos ganas de sutilezas. Desde las primeras escenas nos encontramos con personajes abiertamente racistas, críticas poco maquilladas a la población sureña estadounidense (rednecks), un tufillo de "las fuerzas de la ley pueden ser corruptas", entre otras posiciones un tanto disidentes. En definitiva el gran tema de la segunda mitad de la película (algunos dirían que de toda la película) es la crítica a la sociedad de consumo norteamericana. A una hora de película nuestros héroes (dos miembros de un equipo SWAT y dos periodistas) logran atrincherarse en un supermercado infestado de zombies.

El atrincheramiento es complicado y Romero se encarga de hacernos ver cada tedioso detalle de las peripecias por las que deben pasar nuestros héroes. Todo esto acompañado de la mejor música de serie policial de finales de los 70s. Con todo esto quiero decir, me estoy aburriendo de ver a estos gringos manejar camiones y helicópteros de un lado a otro y necesito que este desarrollo de personaje se apure un poquito. ¿Qué pasó Nicole? ¿No eras loquita George Romero? Si, lloré cuando el tipo murió, veo NOTLD por lo menos una vez al año, hice todo lo posible por ver Diary of the Dead... Ahora que lo pienso bien, creo que no volví a disfrutar una película de zombies de Romero desde Day of the Dead.

Ahora que lo pienso mejor, creo que nunca me gustó esta película. Dawn of The Dead dura dos horas y diecinueve minutos, de las cuales una hora y media es el set-up de la idea principal de la película. Uno de los SWAT es infectado y hay un solo canal de televisión transmitiendo a dos panelistas que ya están por perder la cabeza... es como si nuestros héroes prendieran canal 2 durante la cuarentena. Una vez muerto el infectado, los miraflorinos nuestros héroes se dedican a disfrutar de los privilegios de vivir en un centro comercial. Una cena romántica, ropa elegante y champaña. Como mi vecino que ayer hizo parrillada y cantó karaoke con toda su familia.

Vecinos de La Molina haciendo una barbacoa mientras disparan infectados en la frontera de su distrito.
Pero la monotonía toma las riendas, tras varios días de disfrute y consumismo, nuestros héroes se comienzan a aburrir del encierro. Tienen comida, muebles cómodos, entretenimiento... pero lo que más anhelan es libertad. Asimismo, su presencia comienza a atraer más y más zombies a las inmediaciones del centro comercial. Por supuesto, los infectados no son la única amenaza, un grupo de bandidos salidos de una película contemporánea sobre motociclistas quiere apoderarse del centro comercial. Dato curioso: Uno de los bandidos es representado por Tom Savini, legendario especialista en efectos especiales del cine de terror.

Es el fin del idilio, pero el comienzo de una de las mejores escenas en una película de zombies de la historia. Los bandidos se toman un par de minutos en medio del saqueo para tirarle pays en la cara a los infectados. Es en estas escenas de pillaje y destrucción que logramos ver la verdadera identidad de la película. Una vez dentro del centro comercial, los bandidos comienzan a robar todo bien material valioso que pueden encontrar ¿Pero a qué precio? Al abrir las puertas, los zombies invaden el lugar, algunos bandidos logran huir, muchos mueren en el intento. El centro comercial queda inutilizable. Un paraíso capitalista arruinado por la necesidad de consumo y acumulación, oficialmente a muerto la ironía.

Mis vecinos haciendo parrillada en cuarentena, uno poco más y traen de vuelta las fiestas "de toque a toque"
El toque final lo da un montaje de escenas en las que los zombies caminan por el centro comercial al ritmo de música alegre, dándonos a entender que los que sucumbimos ante la necesidad de consumo somos los verdaderos zombies. Mientras los dos últimos sobrevivientes tratan de huir del centro comercial (de nuevo con esta música que parece el soundtrack de Los Magníficos de fondo) podemos ver que algunos zombies intentan manipular herramientas, hecho que será explorado en la siguiente película de zombies que dirigirá Romero: Day of the Dead.

Quiero decir "las películas eran más lentas en los 70s" pero sería una excusa. Si bien le queda el crédito por haber sido una de las primeras películas de zombies contemporáneos, no es una película que te puedas sentar a ver una y otra vez, solo o acompañado. Es densa, lenta y se demora en cambiar de ritmo. Ahora veamos que pasa cuando el remake lo dirige Zack Snyer.



Zack Snyder es un tipo complejo, un día te trae 300 y al otro Batman vs. Superman. El remake de Dawn of the Dead fue su primer largometraje, es un mejor comienzo que la mayor parte de mi promo de Comunicación Audiovisual. El remake de Snyder tiene todo lo que necesitaba en la original, pero carece de aquello que la original procuraba priorizar: darle tiempo al espectador para desarrollar vínculos con los personajes. Puede que tengan lineas narrativas medianamente interesantes y profundas, pero no me dan tiempo para meterme de lleno en la historia si esas lineas narrativas tienen apenas un par de minutos de pantalla. Más bien, las película se toma tanto tiempo en mostrar slow motions de disparos y momentos arbitrarios durante las escenas de acción, que termino olvidándome de las lineas narrativas.

Pero tengo ansiedad y soy parte de una generación con terribles problemas de atención. Si brilla, se mueve rápido y suena fuerte vas a captar mi atención. Y eso fue precisamente lo que pasó cuando mi yo de 11 años vio esta película sin permiso de sus papás. Hay que reconocer que no hay que ser un maestro del cine de terror para impresionar a un pre-adolescente.

Mi yo de hoy se dio cuenta de muchos problemas que la película comete por flojera. Por ejemplo, me demoré 16 años en darme cuenta que la niña zombie del principio es una niña cualquiera del barrio y no la hija de Ana y su pareja. Muchos cortes se sienten improvisados o arbitrarios, como si hubiesen sido hechos al finalizar la edición para cortar cosas que la productora no quería en la película, sin luego tratar de hacer más cohesivos los cortes. Hay demasiados slow motions y planos detalle a cosas que no aportan nada a la historia. Este es el resultado de una buena idea ejecutada a medias, con un poquito más de contexto (a costa de alargar un poco más la película) podríamos haber llegado al final de la película sin olvidarnos de los nombres de estas personas.


Por otro lado, aprecio mucho el cambio en la historia en comparación con la original. Siento que le agrega mucho dinamismo ver las interacciones entre personajes tan distantes uno del otro, a pesar de que son todos un respectivo cliché. El desarrollo en el personaje del guardia de seguridad matón fue tan satisfactorio que valió la pena todo el tiempo que tiene de pantalla, rompe con esa dualidad tan limitante que vimos en la primera de "el malo siempre es malo y el bueno siempre es el héroe". Si bien es difícil seguir tantas lineas narrativas a la vez, debo admitir que la personalidad de cada personaje queda perfectamente clara, de modo que el espectador puede identificar fácilmente a quién hacerle barra.

La selección musical es muchísimo más expresiva que en la original, la paleta de colores es muy 2000era, los efectos especiales han aguantado exitosamente el paso del tiempo y el ritmo rápido de la película nos permite verla sin despegar la mirada en ningún momento. Todo sería perfecto si Snyder no se respaldara tanto en conveniencia, lo que para otros podría ser Deux ex machina. Una serie de coincidencias perfectamente orquestadas una tras otra: El punto de quiebre en la pandemia se da de noche, por lo que el centro comercial está cerrado para cuando despiertan, lo que significa que no hay tantos zombies dentro del centro comercial, etc etc.


Es una pena cuando amas tanto una película con tantos defectos, es difícil explicarle al resto por qué disfrutamos de algo que fue hecho específicamente para que vender, para que consumamos sin pensar. Como le explico a los únicos dos amigos que tengo (y que no quieren escuchar nada más sobre películas de zombies) que la razón por la cual me encanta el remake es lo mismo que la original critica. Porque la puedo disfrutar sin ponerme a pensar en cada detalle que no tiene sentido. Es la gran paradoja del cine de terror, a veces disfrutamos una mala película porque nos divierte, eso no quiere decir que sea buena, solo que es entretenida.

Finalmente, si mandan a mi perro a que haga delivery de comida entre una muchedumbre de zombies yo también me volvería loca, puntos por realismo.

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